Cuando escuchas la palabra "emprendimiento", ¿qué te viene a la mente? Para la mayoría de la gente, la respuesta es simple: alguien que inicia un negocio. Si bien esa respuesta no es exactamente incorrecta, apenas asoma a la superficie de lo que realmente significa ser un emprendedor. El emprendimiento no se trata solo de lanzar startups o convertirte en tu propio jefe. En esencia, se trata de cómo los individuos responden al mundo que los rodea; específicamente, cómo reaccionan ante el statu quo.
Los emprendedores no son solo fundadores de negocios. Son,
esencialmente, aquellos que resuelven problemas reales en cualquier ámbito, los
emprendedores son agentes de cambio e innovadores que ven posibilidades donde
otros ven limitaciones. ¿Qué quiere decir esto? La actitud y disposición para
desafiar el statu quo es lo que realmente define a un emprendedor.
Dos Mentalidades, una realidad - Imagina
a dos personas trabajando en la misma oficina. Las luces parpadean
constantemente, el aire acondicionado no funciona bien y la impresora se atasca
cada dos horas. La primera persona se encoge de hombros: "Así son las
cosas aquí". La segunda persona frunce el ceño y piensa: "¿Por qué nadie
ha arreglado esto? Apuesto a que hay una manera de mejorar esta situación."
Esa es la diferencia entre una mentalidad no emprendedora y una
mentalidad emprendedora. La primera persona acepta pasivamente la situación.
Los problemas, aunque molestos, se han convertido en parte de su
"normalidad". Asume que alguien debería arreglarlo, o asume que el
problema no le compete, es demasiado grande o complicado para abordar. La
segunda persona ve la misma realidad, pero no la acepta. En cambio, identifica
la situación como problemática y comienza a pensar en cómo cambiarla. Eso es lo
que podríamos llamar el punto de partida de un emprendimiento.
Los emprendedores no están contentos con el statu quo - Los verdaderos emprendedores no aceptan las cosas solo porque
siempre han sido así. De hecho, a menudo se sienten incómodos con la forma en
que son las cosas. Esa incomodidad es lo que los impulsa a profundizar, comprender
los problemas y desarrollar soluciones creativas y prácticas. Tomemos el caso
de Sara Blakely, la fundadora de Spanx (inicialmente ropa interior para
mujeres). Ella no estaba satisfecha con la forma en que la ropa interior
tradicional se ajustaba o se sentía. En lugar de aceptar la incomodidad y
seguir adelante, decidió arreglarlo. Sin experiencia en moda o venta minorista,
comenzó a desarrollar un producto que eventualmente revolucionaría la industria
de las fajas. Su éxito no se basó en un amor por la ropa interior; se basó en
su incomodidad con las soluciones existentes y su voluntad de hacer algo al
respecto.
La resolución de problemas como un estilo de vida - El emprendimiento no se limita al mercado o los negocios exclusivamente.
El emprendimiento es una forma de pensar que puede darse en cualquier lugar: en
corporaciones internacionales, organizaciones sin fines de lucro, escuelas,
agencias gubernamentales o incluso deporte. Esto quiere decir que, si alguien identifica
un problema, está dispuesto a estudiarlo en detalle para encontrar una
solución, ese alguien está actuando como un emprendedor.
Por ejemplo, piensa en un empleado de una empresa de logística que
se da cuenta de que la administración de inventarios es obsoleta y que provoca
retrasos en el proceso y envío de órdenes. ¿Qué haría un típico emprendedor? En
lugar de simplemente quejarse o aceptarlo como inevitable, estudiaría el
proceso en detalle, identificaría cuellos de botella e ineficiencias y propondría
una solución para agiliza las operaciones. Eso es lo que se denomina intra-emprendimiento:
pensamiento emprendedor dentro de una organización.
El viaje emprendedor como proceso de cambio - El proceso de lanzamiento de un negocio a menudo se idealiza,
pero es esencialmente un proceso estructurado de identificación, análisis y
resolución de problemas. Los emprendedores observan los mercados, detectan
ineficiencias o necesidades insatisfechas y luego diseñan soluciones. Uber
comenzó porque sus fundadores estaban frustrados por la falta de servicios de
taxi confiables y asequibles en San Francisco. Airbnb nació cuando dos
amigos no podían pagar su alquiler y se dieron cuenta de que podían ganar
dinero alquilando un colchón de aire. Estos son ejemplos perfectos de reconocer
el statu quo como problemático y hacer algo al respecto. La conclusión
aquí es esta: iniciar un negocio no es el objetivo. El objetivo es resolver un
problema. El negocio es el vehículo para esa solución.
¿Cómo reaccionas ante el statu quo? – La pregunta es simple: ¿cómo reaccionas cuando las cosas no
funcionan? ¿Asumes que alguien más se encargará de ello? ¿Piensas: "Así
son las cosas"? ¿O tratas de entender la situación para visualizar
posibles soluciones? Los emprendedores no se definen por el éxito que tienen en
los negocios sino por su actitud y reacción ante el mundo que los rodea. Si
algo parece ineficiente, injusto o simplemente roto, los emprendedores lo toman
como una llamada a la acción. El emprendimiento es mucho más que un título o
una descripción de trabajo; es una forma de interactuar con el mundo; se trata
de ver problemas y negarse a ignorarlos asumiendo la responsabilidad de crear
un cambio, incluso cuando sería más fácil aceptar las cosas como son. Así que,
la próxima vez que alguien te pregunte qué es un emprendedor, no digas
simplemente: "alguien que inicia un negocio". Una respuesta más
consistente es: "Un emprendedor es alguien que desafía el statu quo,
ve problemas donde otros ven 'normalidad' y trabaja proactivamente para crear
mejores soluciones.”
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