Cuando la gente habla de interés compuesto, normalmente se refiere al dinero. Es decir, los intereses que ganas sobre tus ahorros que no solo se quedan ahí, sino que crecen por sí mismos con el tiempo. Es una idea simple pero poderosa: ahorra temprano, ahorra con frecuencia y, a medida que pasa el tiempo, las recompensas se multiplican de una forma que parece mágica.
¿Si te dijera que ese mismo principio se aplica al emprendimiento?
Sam Altman, un conocido emprendedor e inversionista, CEO de OpenAI, cree
que los emprendedores más exitosos aplican los mismo principios del interés
compuesto en su desarrollo personal, ideas, habilidades, relaciones y esfuerzo.
Para los jóvenes emprendedores, entender esta mentalidad puede marcar la
diferencia entre unos cuantos intentos fallidos y una vida llena de éxito
significativo y satisfactorio.
¿Qué es el Interés Compuesto (y por qué debería interesar a los
emprendedores)? - En las finanzas personales, el
interés compuesto es el interés que ganas sobre tus ahorros iniciales más los
intereses que ya habías generado. Con el tiempo, esto crea un efecto de bola de
nieve, a medida que avanza crece en tamaño. ¿El resultado? Pequeñas ganancias
se acumulan sobre otras pequeñas ganancias hasta que, décadas después, tienes
un rendimiento enorme por lo que al principio parecían esfuerzos mínimos. Ahora
cambia "dinero" por esfuerzo, aprendizaje, ideas y riesgos, y tendrás
la base para un éxito duradero en los negocios. Acá están tres reglas
del interés compuesto que podrías aplicar a tu experiencia como emprendedor:
1. Mientras más antes comiences, mayores serán las recompensas - En finanzas, cuanto más antes empieces a ahorrar, más tiempo
tendrá tu dinero para crecer. Si comienzas a ahorrar $100 al mes a los 20 años,
probablemente te jubilarás mucho más rico que alguien que empieza a ahorrar
$300 al mes a los 40 años. ¿Por qué? Porque tus ahorros tienen más tiempo para
multiplicarse.
Lo mismo ocurre en el emprendimiento: cuanto antes empieces a
trabajar en ideas, aprender de experiencias y desarrollar habilidades, mayor
será la recompensa a largo plazo. Aunque tus primeras ideas de negocio fracasen
(y probablemente lo harán), estarás ganando conocimiento, creando conexiones y
desarrollando resiliencia que se acumularán con el tiempo. Así que, mientras otros
esperan el "momento perfecto" para iniciar un negocio, tú ya llevarás
años de lecciones prácticas acumuladas, lo que te preparará mucho mejor cuando
finalmente llegue la oportunidad adecuada.
2. Las pequeñas ganancias parecen insignificantes ahora, pero se vuelven
grandes con el tiempo - En finanzas, al principio,
el interés compuesto parece lento. $50 de interés en tu cuenta de ahorros no es
precisamente un cambio de vida. Pero con el tiempo, a medida que tu saldo
crece, también lo hacen tus ganancias.
Lo mismo ocurre en el emprendimiento: los logros tempranos y
pequeños pueden parecer igual de insignificantes. Tal vez construyes un
prototipo y solo unas pocas personas lo usan. Tal vez tu sitio web recibe solo
10 visitas. Tal vez consigues solo un pequeño contrato. Puede parecer que no
estás avanzando. Pero con el tiempo, esas pequeñas victorias se suman: un
prototipo débil, al principio, se convierte en un producto que la gente compra,
10 visitantes se transforman en 10,000 más adelante, y un pequeño contrato
lleva a otra, y otra. Cada pequeño éxito se apoya en el anterior y,
eventualmente, se convierte en algo mucho más grande de lo que jamás
imaginaste.
3. La constancia a largo plazo supera a las rachas cortas e intensivas - En finanzas, ahorrar $100 al mes
durante 30 años siempre será mejor que ahorrar $500 al mes solo durante un par
de años. ¿Por qué? Porque la constancia a largo plazo permite que el interés
compuesto haga su magia.
En el emprendimiento pasa exactamente lo mismo: no vas a ganar
esforzándote al máximo durante seis meses para luego abandonar o interrumpir tu
proyecto indefinidamente. El verdadero éxito llega tras años de trabajo
constante, perfeccionando tu idea, ampliando tu red de contactos y mejorando tu
talento.
De acuerdo con Altman, muchas personas se rinden cuando no ven
resultados inmediatos. Pero los emprendedores que logran grandes éxitos son
aquellos que siguen apareciendo año tras año, incluso cuando las cosas se ponen
difíciles. En realidad, es falsa la afirmación del “éxito de la noche a la
mañana" ya que detrás de cada éxito hay siempre muchos años de trabajo. Lo que ocurre
es que la parte visible es el resultado final. Lo que no vemos son los
años difíciles, los años de pequeños pasos consistentes que se acumulan tras
bambalinas.
¿Por qué esto es importante para los jóvenes emprendedores? - Porque cuanto antes entiendas esto, más tiempo tendrás para permitir
que el efecto compuesto trabaje a tu favor. Puede que en el momento no parezca
gran cosa. Pero dentro de 5 años, podrías sorprenderte de lo lejos que has
llegado, en tanto otros siguen aún esperando esa "idea perfecta" o el
"momento perfecto" que nunca llega. Ya sea que estés ahorrando
dinero o construyendo una carrera como emprendedor, el verdadero secreto del
éxito no está en movimientos grandes y llamativos. Está en la acumulación
silenciosa, paciente y constante de pequeñas victorias a lo largo del tiempo.
Comienza temprano, no tengas miedo de asumir pequeños riesgos, sigue
aprendiendo, acumula pequeñas victorias y mantente constante. Los resultados no
llegarán de la noche a la mañana. Pero un día, mirarás atrás y te darás cuenta
de que has construido algo increíble, simplemente dejando que el efecto
compuesto haga su trabajo.