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Friday, July 19, 2019

ESTUDIANTES CON LICENCIA PARA EQUIVOCARSE


Al inicio del semestre y luego durante el periodo de exámenes finales, los estudiantes de la Universidad de Smith (Massachussets) fueron sorprendidos con pantallas gigantes donde se describían los fracasos de estudiantes y profesores de la universidad:

"Reprobé mi primer examen de escritura de la universidad", reveló un estudiante.

"No sabía que hacer y me quejaba constantemente con mi mamá” decía otro.

"Yo también fracasé en la universidad", escribió un conocido profesor de inglés. "Reprobé todas mis asignaturas en el segundo semestre!”

"Escribí un poema titulado 'Caramelo de chocolate' que ya ha sido rechazado 21 veces ... hasta ahora", decía otro profesor de Literatura e Historia Americana, “

Todo esto es parte de una nueva iniciativa de la universidad denominado “Fracasando bien” ("Failing Well"), que apunta a des estigmatizar el fracaso. "Lo que estamos tratando de enseñar es que el fracaso no es un error de aprendizaje, sino su característica esencial", dice Rachel Simmons, especialista en desarrollo de liderazgo de la universidad, a quien muchos la denominan como la "Decana de la Facultad del Fracaso”. “El fracaso no es algo que deba quedar fuera de la experiencia de aprendizaje” dice. Para muchos de nuestros estudiantes, que han tenido que ser casi perfectos para ser aceptados en esta universidad, el fracaso puede ser una experiencia desconocida. Así que cuando sucede, puede tener efectos desastrosos", concluye.

La Dra. Simmons sabe por propia experiencia lo que es fracasar. Ella misma escondió su propio fracaso por más de diez años: abandonó un prestigioso programa de becas y el propio presidente de la universidad le dijo que había avergonzado a la institución. "Durante mucho tiempo pensé que lo había arruinado todo", dice.

Por esta razón, cuando los estudiantes ingresan en cualquiera de sus asignaturas, reciben un “Certificado de Fracaso”, una especie de licencia para equivocarse. El texto del certificado dice "Por la presente, usted está autorizado a fracasar, arruinar y/o fallar total o parcialmente en una o más relaciones, conexiones, amistades, asignaturas, exámenes, actividades extracurriculares o cualquier otra opción asociada con la universidad ... y aun así ser un estudante valioso y  excelente."

"No estamos hablando de cosas extremas como ser expulsados de la universidad", dice Simmons. "Estamos hablando de estudiantes que se perturban cuando no sacan una nota excelente o se frustran cuando son rechazados en un club de la universidad. Si los estudiantes no piden ayuda cuando necesitan o tienen miedo al fracaso, entonces evitaran correr riesgos” 

Otras universidades tienen iniciativas similares: Stanford tiene un programa donde los alumnos destacados cuentan sus fracasos académicos grabándolos en video. Harvard tiene un proyecto donde se presentan testimonios de fracaso dentro y fuera de la universidad. La universidad de Princeton alienta a los estudiantes a compartir sus propias experiencias de fracaso. La universidad de Texas tiene una aplicación gratuita para IPhone que ayuda a los estudiantes a manejar “los altibajos de la vida universitaria” La universidad de California tiene consejeros especializados para ayudar a los estudiantes a aprender de sus fracasos. La universidad de Davidson (Carolina del Norte) maneja un fondo de becas de hasta $ 1,000 para que los estudiantes prueben cosas nuevas, la beca no exige que la idea sea viable o funcione. "La idea es animar a los estudiantes a aprender de sus errores y a apoyarse en su fracaso" dice la universidad.

LA ESTRATEGIA DE APRENDER JUGANDO EN “CHEESECAKE FACTORY”


Cheesecake Factory, una cadena de restaurantes estadounidense con ingresos anuales de $ 1,2 mil millones, más de 112 restaurantes y 27,000 empleados, está utilizando juegos para fomentar el intercambio de problemas y soluciones entre los empleados.  

La compañía creó un portal de intercambio de conocimientos que permite a los empleados compartir videos de sus experiencias para resolver problemas típicos de restaurantes. Estos videos son compartidos entre el personal de la compañía en su "Video Café" a través del internet; en éste, los empleados pueden comentar, calificar y publicar en el blog sus propias experiencias. Los empleados que reciben las calificaciones más altas ingresan a una "tabla de clasificación" donde los ganadores reciben incentivos especiales por su contribución al mejoramiento del desempeño de su equipo.

La compañía cree firmemente en el valor que tiene la experiencia cotidiana del empleado en su trabajo, por lo que el sistema de capacitación promueve el mejoramiento continuo en un entorno entretenido. Por ejemplo, Cheesecake Factory desarrollo un juego para iPhone que enseña a los empleados cómo hacer "glam-burgers" (hamburguesa glamour).

Para aprender cómo hacer glamburgers, los empleados no memorizan los ingredientes; en realidad "preparan la hamburguesa" en sus iPhones. El juego muestra el pan de hamburguesa y los ingredientes (por ejemplo, lechuga, carne, condimentos) cayendo del cielo, y el empleado debe atraparlos en el orden correcto para obtener puntos. Luego viene otra hamburguesa y luego otra. A medida que avanza el juego, la velocidad y el valor de los puntos se incrementa.

Cuando el empleado adquiere cierto nivel de destreza, el juego se mueve a otro nivel: las órdenes de hamburguesas comienzan a cambiar. Las personas ordenan diferentes tipos de hamburguesas, por lo que ahora los empleados tienen que organizar los ingredientes en un orden diferente. La idea central del juego es que el empleado avance en su entrenamiento a través de "niveles de logro": después de dominar el primer nivel, pasa al siguiente. La práctica ha demostrado, por ejemplo, que cuando el empleado ha jugado tres o cuatro veces, logra memorizar los ingredientes y el orden de los mismos para hacer la hamburguesa.

Un aspecto fundamental del programa de entrenamiento en Cheesecake Factory es que todos los empleados, desde los ejecutivos de alto nivel hasta los lavaplatos, se benefician de las generosas iniciativas de capacitación. Por ejemplo, la compañía recientemente adoptó un programa de capacitación interactivo, diseñado por LeapFrog, una compañía de juegos educativos, que ayuda a los lavaplatos (la mayoría de ellos inmigrantes) a dominar el inglés como segundo idioma. Esta herramienta de aprendizaje fue experimentada primero con un grupo pequeño de 15 lavaplatos y luego fue adoptado para entrenar a los 2,000 lavaplatos que actualmente emplea la compañía en Norteamérica.