Al inicio
del semestre y luego durante el periodo de exámenes finales, los estudiantes de
la Universidad de Smith (Massachussets) fueron sorprendidos con pantallas
gigantes donde se describían los fracasos de estudiantes y profesores de la
universidad:
"Reprobé
mi primer examen de escritura de la universidad", reveló un estudiante.
"No sabía
que hacer y me quejaba constantemente con mi mamá” decía otro.
"Yo también
fracasé en la universidad", escribió un conocido profesor de inglés.
"Reprobé todas mis asignaturas en el segundo semestre!”
Todo esto es
parte de una nueva iniciativa de la universidad denominado “Fracasando bien” ("Failing
Well"), que apunta a des estigmatizar el fracaso. "Lo que estamos
tratando de enseñar es que el fracaso no es un error de aprendizaje, sino su característica
esencial", dice Rachel Simmons, especialista en desarrollo de liderazgo de
la universidad, a quien muchos la denominan como la "Decana de la Facultad
del Fracaso”. “El fracaso no es algo que deba quedar fuera de la experiencia de
aprendizaje” dice. Para muchos de nuestros estudiantes, que han tenido que ser
casi perfectos para ser aceptados en esta universidad, el fracaso puede ser una
experiencia desconocida. Así que cuando sucede, puede tener efectos desastrosos",
concluye.
La Dra.
Simmons sabe por propia experiencia lo que es fracasar. Ella misma escondió su
propio fracaso por más de diez años: abandonó un prestigioso programa de becas y
el propio presidente de la universidad le dijo que había avergonzado a la institución.
"Durante mucho tiempo pensé que lo había arruinado todo", dice.
Por esta razón,
cuando los estudiantes ingresan en cualquiera de sus asignaturas, reciben un “Certificado
de Fracaso”, una especie de licencia para equivocarse. El texto del certificado dice
"Por la presente, usted está autorizado a fracasar, arruinar y/o fallar total
o parcialmente en una o más relaciones, conexiones, amistades, asignaturas,
exámenes, actividades extracurriculares o cualquier otra opción asociada con la
universidad ... y aun así ser un estudante valioso y excelente."
"No
estamos hablando de cosas extremas como ser expulsados de la universidad",
dice Simmons. "Estamos hablando de estudiantes que se perturban cuando no
sacan una nota excelente o se frustran cuando son rechazados en un club de la
universidad. Si los estudiantes no piden ayuda cuando necesitan o tienen miedo
al fracaso, entonces evitaran correr riesgos”
Otras
universidades tienen iniciativas similares: Stanford tiene un programa donde
los alumnos destacados cuentan sus fracasos académicos grabándolos en video. Harvard
tiene un proyecto donde se presentan testimonios de fracaso dentro y fuera de
la universidad. La universidad de Princeton alienta a los estudiantes a
compartir sus propias experiencias de fracaso. La universidad de Texas tiene
una aplicación gratuita para IPhone que ayuda a los estudiantes a manejar “los
altibajos de la vida universitaria” La universidad de California tiene
consejeros especializados para ayudar a los estudiantes a aprender de sus
fracasos. La universidad de Davidson (Carolina del Norte) maneja un fondo de
becas de hasta $ 1,000 para que los estudiantes prueben cosas nuevas, la beca
no exige que la idea sea viable o funcione. "La idea es animar a los
estudiantes a aprender de sus errores y a apoyarse en su fracaso" dice la
universidad.