Para los
emprendedores que buscan desarrollar iniciativas innovadoras, reconocer estos
sesgos cognitivos no es solamente ventajoso, sino que es esencial para el éxito
del emprendimiento. Este artículo analiza tres sesgos cognitivos frecuentes: el
sesgo de confirmación, la heurística de disponibilidad y el sesgo de anclaje;
el artículo primero define cada uno de ellos, luego examina sus implicaciones
prácticas para los emprendimientos y, finalmente, ofrece recomendaciones prácticas
para identificar y mitigar sus efectos.
1. La cámara
de resonancia: Sesgo de confirmación
El sesgo de
confirmación es la tendencia humana a buscar, interpretar, favorecer y recordar
información de manera que refuerza creencias o hipótesis preexistentes. Es el
equivalente psicológico a llevar anteojeras de caballo: nos concentramos en lo
que esperamos o lo queremos ver, al mismo tiempo que filtramos convenientemente
la información o la evidencia que lo contradice. Para los emprendedores, cuyos
proyectos dependen con frecuencia de una fe inquebrantable en su visión única,
este sesgo puede convertirse en una trampa particularmente engañosa.
Un ejemplo de sesgo de confirmación en la historia reciente de emprendimientos es el de Juicero, un emprendimiento que recaudó más de 120 millones de dólares de inversores privados. La compañía desarrolló una patente para una máquina exprimidora conectada al internet que exprimía paquetes de frutas y verduras preenvasadas prometiendo una experiencia única de sabor natural “del campo a su vaso” con solo presionar un botón. El problema central, como se supo más tarde, era sorprendentemente simple: los paquetes preenvasados podían exprimirse con la mano, sin necesidad de la exprimidora. La máquina, que tenía un precio de 400 dólares, resultaba, en la práctica, innecesaria. La pregunta obvia es: ¿Cómo pasó desapercibido un detalle tan obvio para tantas personas y recursos comprometidos con la idea del emprendimiento? El sesgo de confirmación desempeñó un papel decisivo. Acá están algunos detalles que explican el fenómeno:
- Investigación de mercado selectiva: en la evaluación de mercado, el equipo priorizó comentarios positivos sobre el diseño y concepto del producto, dejando de lado dudas sobre el problema, valor o necesidad que este cubre.
- Validación interna: en el ámbito interno de la empresa, prevaleció una tendencia a reforzar la premisa central relacionada con el diseño y las características físicas del producto. Las opiniones alternativas pudieron no recibir la debida atención, al considerarse que ponían en riesgo el potencial del producto.
- Enfoque en características sobre fundamentos: los logros de ingeniería y el diseño elegante del producto se convirtieron en el centro de atención, reforzando la creencia en la superioridad del producto mientras se evadía sistemáticamente la pregunta fundamental: ¿realmente se requiere un dispositivo de 400 dólares con conexión Wi-Fi para exprimir frutas y vegetales?
A veces, la
convicción de un emprendedor, a menudo necesaria para superar obstáculos, se
convierte en una desventaja cuando impide una evaluación honesta del producto o
del mercado.
Por qué los
emprendedores deben evitarlo: el sesgo de
confirmación puede desvirtuar el proceso de validación y ajuste de la idea del
emprendimiento. En el dinámico mundo de los emprendimientos, la capacidad de reconocer
incongruencias y adaptarse rápidamente en base a datos objetivos es crucial.
Los emprendedores atrapados en una cámara de resonancia corren el riesgo de
persistir en ideas defectuosas o incluso equivocadas, sacrificando recursos
valiosos en lugar de enfrentar verdades incómodas pero que podrían salvar el
emprendimiento. Cuando el emprendedor cae en este sesgo cognitivo, el
emprendimiento termina tratando de resolver un problema inexistente,
irrelevante o una solución por la que los clientes no están dispuestos a pagar.
2. La ilusión
de preponderancia: Sesgo heurística de la disponibilidad
La heurística de
disponibilidad es un atajo mental en el cual juzgamos la probabilidad o
frecuencia de un evento según la facilidad con que podemos encontrar ejemplos similares.
 Si algo se recuerda rápidamente, se asume que es más común o importante
de lo que realmente es, en cuyo caso tendemos a sobreestimar su prevalencia o
importancia. En el campo de los emprendimientos, esto se manifiesta a menudo
como una influencia que ejercen historias de éxito o fracaso excesivamente publicitadas
o difundidas, especialmente en medios sociales. Cuando esto ocurre, este sesgo, las
personas tienden a sobrevalorar este tipo de información en lugar de buscar
datos más amplios, consistentes y representativos.
Un ejemplo común
entre emprendedores es la obsesión generalizada de convertirse en el próximo Bill
Gates, Elon Musk o Warren Buffett. El internet y los medios sociales están llenos de contenido que muestra el éxito de compañías como Uber, Google, Amazon, Airbnb y SpaceX, en las que se destacan los ascensos meteóricos, sus éxitos financieros y el perfil de sus fundadores visionarios. Estas narrativas son convincentes y se
constituyen en la referencia inmediata en el ecosistema del emprendedor. En los
hechos, la exposición constante a tales historias puede llevar a los
emprendedores a:
- Sobreestimar la probabilidad de
     un crecimiento rápido: creer que todo
     emprendimiento puede alcanzar un crecimiento exponencial y multimillonarias
     ganancias en pocos años, simplemente porque esas son las historias que
     escuchan con mayor frecuencia.
- Imitar tácticas superficiales: en lugar de enfocarse en modelos de negocio sostenibles, en criterios
     financieros sólidos y en estrategias realistas para la introducción y captura
     de mercados, los emprendedores pueden priorizar estrategias de rápido crecimiento
     con objetivos de rentabilidad demasiado ambiciosos, en la creencia de que
     la sobreexigencia es el único camino al éxito.
- Ignorar
     la mayoría silenciosa:
     por cada emprendimiento famoso, existen miles de que nunca alcanzarán la
     fama o la valoración de Amazon, Uber o Google, pero que son emprendimientos
     rentables. De hecho, desde una perspectiva estadística,
     numerosos emprendimientos considerados exitosos pueden ofrecer ejemplos
     relevantes a seguir, aunque sus casos reciben menor cobertura en los
     medios.
La heurística de
disponibilidad hace que lo raro parezca común y lo extraordinario aparezca como
típico.
Por qué los
emprendedores deben evitarlo: este sesgo fomenta
estrategias equivocadas y expectativas poco realistas. Perseguir lo que es
visible inmediatamente pero estadísticamente raro puede desviar la atención
de construir un negocio rentable y sostenible. Puede llevar a una búsqueda
incesante de validación externa, como la fama, el éxito financiero y la atención
mediática, en lugar de la creación genuina de valor. El éxito sostenible suele
emerger del progreso consistente e incremental y de una comprensión profunda
del mercado, no de replicar superficialmente experiencias ajenas.
3. La influencia
invisible: Sesgo de anclaje
El sesgo de
anclaje se refiere a la tendencia a depender excesivamente de la primera
información recibida, técnicamente denominada el “ancla”, cuando estamos
tomando decisiones o cuando estamos haciendo juicios. En muchos casos el ancla (esa
primera información disponible) es arbitraria o irrelevante, pero tiene la
capacidad de moldear desmedidamente nuestras percepciones y decisiones.
En el ámbito de los emprendimientos,
el sesgo de anclaje es frecuente en la toma de decisiones durante las etapas
iniciales, especialmente al determinar precios. Por ejemplo, una empresa que
desarrolla una aplicación de marketing para pequeñas empresas puede establecer
su plan premium de suscripción en 200 dólares mensuales simplemente porque el principal
competidor tiene ese precio, sin realizar una investigación de mercado
exhaustiva. Ahora bien, si el mercado está dispuesto a pagar aproximadamente
100 dólares, la adopción de la aplicación podría verse limitada. Por otro lado,
si existe disposición a pagar 300 dólares, fijar el precio en 200 implicaría no
captar beneficios adicionales. En este caso, el ancla inicial basada en la
competencia influye en las expectativas tanto de la empresa como de los
clientes.
Por qué los
emprendedores deben evitarlo: este sesgo puede afectar
negativamente al emprendimiento, provocando pérdida de beneficios o alejando
clientes e inversores. La información inicial que se obtiene al principio de cualquier
proceso tiene el potencial de convertirse en un ancla y suele influir en la
toma de decisiones, por lo que conviene cuestionarla y basar las decisiones en
análisis exhaustivos, no en impresiones rápidas.
Estrategias
prácticas para evitar sesgos
Reconocer estos
sesgos es el primer paso; contrarrestarlos activamente es esencial para un
emprendimiento resiliente. Estrategias efectivas incluyen:
- Cultivar una cultura de disenso
     (contra el sesgo de confirmación): fomentar
     opiniones contradictorias y retroalimentación crítica. Algunas prácticas
     incluyen: asignar un “abogado del diablo” en las discusiones clave,
     construir equipos diversos que cuestionen supuestos y usar mecanismos de
     retroalimentación anónima para sacar a la luz verdades incómodas, así como
     promover contraargumentos a las ideas dominantes.
- Buscar datos más allá de lo inmediato
     (contra la heurística de disponibilidad): evitar
     confiar únicamente en ejemplos muy publicitados es, sin duda, una buena práctica.
     Otros aspectos podrían incluir actividades tales como explorar reportes especializados,
     datos estadísticos, estudios de caso menos conocidos pero exitosos.
     Comprender las tasas reales de éxito y fracaso de emprendimientos
     similares, basándose en información objetiva y datos primarios del mercado,      es muy importante.
- Investigar información o cifras
     iniciales (contra el sesgo de anclaje): esto
     incluye realizar una investigación exhaustiva antes de negociaciones o
     decisiones de precios, analizar diversas fuentes, tales como propuesta de valor,
     precios de la competencia y estructuras de costos internas, para
     determinar precios. Como norma general, es bueno visualizar resultados
     ideales y límites (máximo y mínimo) para contrarrestar anclas, y sustentar
     la toma de decisiones.
- Practicar la autorreflexión
     crítica: examinar regularmente el proceso de
     toma de decisiones. Preguntarse: “¿Por qué creo esto? ¿Qué evidencia estoy
     ignorando? ¿Qué supuestos subyacen a esta elección? ¿Se basa esta decisión
     en datos o en intuición?”
- Adoptar la experimentación y la
     iteración: tratar las ideas iniciales como
     hipótesis a probar, no como dogmas a defender. Implementar metodologías
     ágiles como lean startup, pruebas A/B o monitoreo de datos reales de
     usuarios para validar o refutar supuestos. La evidencia empírica es el
     antídoto más eficaz contra los sesgos cognitivos.
El entorno de los
emprendimientos es esencialmente impredecible, pero el buen juicio no tiene por
qué serlo. Al comprender y contrarrestar activamente los sesgos cognitivos, los
emprendedores pueden tomar decisiones más racionales, diseñar productos más atractivos
y navegar la incertidumbre con mayor claridad y resiliencia. El cerebro humano
es una herramienta poderosa, pero como cualquier herramienta, debe entenderse y
usarse con sabiduría. Al superar estos tres sesgos cognitivos, los
emprendedores se posicionan no solo para sobrevivir, sino para construir
proyectos de verdadero impacto.

 
 







